Un hombre que lo tiene todo.
Su dulce empleado.
Los ojos del mundo observando cada uno de sus movimientos.
Puede que Whitt lo tenga todo, pero le falta un detalle importante: alguien especial. Lástima que su situación actual haga difícil encontrar a alguien que le entienda de verdad.
Sin embargo, cuando su futuro empleado aparece en la entrevista, no puede apartar los ojos de él.
Reece tiene un talento con los caballos que ha cultivado desde muy joven. Esto le lleva a la casa de huéspedes y a la granja de caballos de un multimillonario. Su nuevo jefe es guapísimo. Lástima que parezca más hetero que una flecha.
Pero cuando los medios de comunicación se enteran de un posible encuentro entre ellos, se ven obligados a reconciliar sus sentimientos secretos o a enfrentarse a la ruina. ¿Lograrán hacerlo a tiempo?
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